CAPÍTULO 3

CAPÍTULO 3: ¿Se pierde, o se gana con todo esto?

Después de comer rodeada de la familia y despues de continuas llamadas de otros parientes, consigo apartarme del follón familiar por unas horas. Tengo que hablar con María, una de mis mejores amigas, así que salgo de casa y me dirijo a su portal sin que ella tenga siquiera idea de que voy a visitarla. Estoy deseando contarle que hemos conseguido la beca los dos, pero es una sorpresa por lo que aun no le he dicho nada. Cojo el teléfono y marco su número de teléfono:

-¿Am? ¿Eres tu? Cuentame, ¿qué tal la beca de Francia?-sonrío; como no, se ha acordado de que hoy recibía la carta.

-Puees... mejor te lo cuento en persona... que por teléfono no tiene emoción alguna...

-Sí, claro, ¿pero cuando puedes quedar?

-Pues, ahora mismo, anda baja que estoy en tu puerta esperando.-ya entonces ni me puedo aguantar la risa.

-¡Ya voy!¡Ya voy! jajajaj ¿como puedes ser tan impredecible, Am?

Apenas dos minutos despues, ahí esta, María con su pelo rubio despampanante cayéndole como cascadas sobre los hombros. Sonríe, creo que acaba de adivinar qué ponía en esa carta solo con verme la cara, ¿tan obvio será que estoy eufórica?

-¿Le has dicho a Pablo ya que es un sí? -Como no, cazada en pocos segundos...- jajaj como no...¡Am, lo has conseguido!- sonríe feliz, sé por qué lo hace, sabe lo que significa para mí, y eso la hace feliz a ella.

  Empezamos a andar sin ninguna dirección, y al poco rato, ya sin resistirse a retrasar más lo inevitable dice:

-Am, sabes que te voy a echar muchísimo de menos, ¿verdad?-mientras lo dice sus ojos me miran con cierta tristeza, llevamos mucho tiempo juntas, y ambas sabemos que un año fuera cambia muchas cosas...

  No digo nada, simplemente la abrazo. Mientras la tengo entre mis brazos, intento imaginarme como serán esos doce meses sin ella, doce meses sin reirnos juntas, sin mandarnos notas en clase contandonos cualquier estupidez con tal de desconectar de las clases... Sin mi María, y me doy cuenta de que no había pensado en todo lo que dejo atrás cuando mandé la solicitud para esa beca... Cuando me doy cuenta, María respira hondo sobre en mi hombro, y yo, noto como una lágrima me humedece la mejilla derecha en una acción involuntaria...

-Sabes que doce meses no son nada, ¿verdad?-digo en cuando nos separamos.-nada va a cambiar entre nosotras, somos amigas desde hace siglos, ¡y además podemos hablar cada cierto tiempo!-sonríe en cuanto lo digo, sabe que me estoy autoconvenciendo a mí tambien.

-¿Y si cambian las cosas aun asi?

-Bueno, las cosas van a cambiar, sí, no podemos pedir que el mundo no cambie durante todo un año. Pero eso no va a afectar NUNCA a nuestra amistad, ¿entendido?

En cuanto lo digo me doy cuenta de que de esto no tengo dudas, ella es mi amiga y nadie nos lo puede quitar. Mari tambien sonríe, lo piensa tambien.

-Bueno vaga, ¿te apetece un helado o pretendes tirarte toda la tarde aquí parada con sentimentalismos? Ya que me queda poco de todo esto, ¡Vamos a aprovechar!-en cuanto digo la ultima sílaba me lanzo a correr, sin rumbo, solamente por mis impulsos. María me sigue unos pocos segundos después.

 Y así, corriendo por las calles de Granada, nos olvidamos por unas horas, no solo de que pronto estos momentos ya no serán posibles, sino tambien de todo lo malo que podía estarnos rondando por la cabeza.