miércoles, 5 de octubre de 2011

CAPÍTULO 2

CAPÍTULO 2: MARCOS


 -¿Diga?-responden al otro lado del teléfono.


  -Cariño.... ¿que te han respondido en tu carta?


  -Primero dime tú que te han respondido en la tuya, eso es más importante.


  -¡Me han dicho que sí! pero anda, dímelo tú que ahora es a mí a quien me interesa saber.


  -¿Tú qué crees?-dice, chinchándome, casi lo puedo ver, en su casa, sonriendo con sorna y guiñándome el ojo- aquí tengo la carta, entre mis manos...


  -¡¿Te han dicho que si?! ¡por favor, por favor, dime que sí!-casi me pongo a saltar de la emoción.


  -Claro que sí, amor. Nos vamos a París, los dos juntos, pronto.


  En realidad estaba casi segura de que así era. Pablo lleva ya un año haciendo el bachillerato que ofrecen en París, lo que le daba más puntos, y además habla super bien francés, pero ya se sabe, siempre queda la duda de si le iban a aceptar o no...


  -Bueno, Am, te tengo que dejar, que tengo que llamar a la familia a decírselo, y supongo que tú también... Un besito.


  -Un beso, chao.


  Cuelgo el teléfono, me giro, y me dirijo a mis padres y a Rosa gritando:
  - ¡Él también lo ha conseguido, podemos ir juntos!


 Mis padres me abrazan, me llenan de besos y sobre todo, se alegran por mí. Llevaba todo el curso trabajando a tope para poder conseguir la beca, y sabían que me había costado mi esfuerzo. Pero aun así no me molestó para nada, era mi ilusión conseguir esta oportunidad, sobre todo por Pablo...
Él siempre había sido una persona muy activa, tenía sus mejores amigos y, aunque no solía salir mucho, era una persona muy divertida desde siempre. Cuando yo lo conocí en una fiesta a la que me invitaron lo primero que me llamó la atención de él fue su soltura al hablar, y como, a diferencia del resto de chicos, él se fijó en mi desde el principio. Fue una atracción instantánea, pero en vez de simplemente ligar conmigo, se decidió a conocerme a fondo antes de intentar cualquier cosa. Empezamos siendo amigos, y al poco tiempo ya era mi mayor confidente. Me empecé a juntar con sus amigos y fue entonces cuando conocí a Marcos. Marcos era el mejor amigo de Pablo, y fue una de las personas gracias a las cuales empezamos a salir. Nunca había conocido a una persona tan sociable como él; lo que más me llamaba la atención es que, aun teniendo amigos por doquier, siempre contaba con Pablo para todo. Desgraciadamente, hace un catorce meses tuvo un accidente de coche. Un camión se chocó con el coche en el que viajaba con sus padres, y desde entonces nada ha sido igual. Marcos consiguió sobrevivir, pero acabó en silla de ruedas y con graves problemas en la espalda y en los pulmones. Perdió mucha relación con la gente desde entonces, pero aun así Pablo siempre estuvo a su lado y, como no, yo también apoyándolos a los dos.
 Dos meses después del accidente, cuando todo parecía ir a mejor, a Marcos le diagnosticaron un daño permanente en los pulmones que podría causarle peligro de muerte si no se trataba con mucho cuidado. Aunque en un principio parecía que no sería peligroso, poco a poco Marcos empezó a empeorar y tuvieron que volver a ingresarlo...    A las dos semanas de ingresarlo murió y Pablo, acabó muy tocado por la muerte de su mejor amigo.
 Para entonces yo ya había compartido tantas cosas que los dos que me sentí también superada por todo aquello, no solo por Marcos, sino también por Pablo que había perdido a su compañero desde siempre.
 Desde aquel día Pablo ha cambiado mucho, quedan pocos amigos en nuestro círculo, ya que desde que Marcos tuvo el accidente mucha gente desapareció del mapa y después apenas quedamos los que, en vez de mirar para otro lado, seguimos con la memoria de nuestro amigo e intentamos afrontar el duro golpe.
  Un año después de todo esto, yo ya he conseguido seguir adelante, pero tengo la sensación de que Pablo aún no ha afrontado esa perdida...
  Fue por eso por lo que se me ocurrió la idea de ir a París. Sí, también por lo de la ciudad del amor y todo eso, pero sobre todo porque tal vez un cambio de aires como este puede conseguir lo que yo y todo nuestro amor no ha conseguido durante este año, hacerle sentir de nuevo una persona viva y sobre todo feliz.


Pensar en ello me hace a veces sumirme en un pozo, pero siempre tengo una cuerda por la que salir y poder ver la luz, sé que aunque nuestra historia no ha sido fácil las cosas se afrontan, y yo solo espero que todo pueda volver a ser como cuando empezó; que Pablo vuelva a ser la persona risueña y vivaz que conocí en aquella fiesta.

1 comentario:

  1. Qué bonito*-* Pobre Marcos:'( Ajajajaja me gusta tu historia, ¿Para cuando el 3?

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